El colágeno es una proteína que sirve como componente básico de nuestra piel, huesos, tendones y ligamentos. Aporta estructura y elasticidad, asegurando que nuestros tejidos y órganos se mantengan fuertes y flexibles. Sin embargo, a medida que envejecemos, nuestra producción de colágeno comienza a disminuir, lo que provoca el desarrollo de arrugas, dolor en las articulaciones y otros signos de envejecimiento.
Para combatir este proceso natural, muchas personas han recurrido a los suplementos de colágeno. Según un artículo de Mayo Clinic de agosto de 2021, dentro del cuerpo humano se han identificado 29 tipos de colágeno, siendo 3 tipos la mayoría: Tipos I, II, III. Exploramos los beneficios de tomar cada tipo de colágeno por vía oral y proporcionamos referencias científicas que respaldan esta información.
El colágeno tipo I es la forma más abundante de colágeno en nuestro cuerpo y constituye el 90% de nuestra piel, cabello, uñas y tejidos conectivos. Proporciona soporte estructural, mejora la elasticidad de la piel y ayuda a reducir las líneas finas y las arrugas. Al tomar colágeno tipo I por vía oral, los estudios han demostrado mejoras en la hidratación, elasticidad y firmeza de la piel.
Un estudio publicado en Skin Pharmacology and Physiology en 2014 encontró que las mujeres que tomaron un suplemento de colágeno tipo I durante 8 semanas experimentaron una reducción significativa de las arrugas y una mejora en la humedad y suavidad de la piel. Otro estudio publicado en el Journal of Cosmetic Dermatology en 2019 demostró que la ingesta oral de colágeno tipo I aumentaba la elasticidad de la piel y disminuía la profundidad de las arrugas.
El colágeno tipo II se encuentra principalmente en el cartílago y es crucial para mantener las articulaciones sanas. Ayuda a amortiguar y lubricar las articulaciones, reduciendo la inflamación y mejorando la movilidad. Al tomar colágeno tipo II por vía oral, los estudios han sugerido que puede aliviar el dolor articular asociado con la osteoartritis y mejorar la función articular general.
Un estudio aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo publicado en el International Journal of Medical Sciences en 2009 mostró que los participantes con osteoartritis de rodilla que tomaron un suplemento de colágeno tipo II durante 90 días experimentaron una reducción significativa del dolor y la rigidez. Además, una revisión sistemática publicada en el International Journal of Rheumatology en 2021 encontró que la ingesta oral de colágeno tipo II produjo mejoras en el dolor articular, la función física y la calidad de vida en personas con osteoartritis.
El colágeno tipo III funciona junto con el colágeno tipo I para respaldar la estructura y flexibilidad de nuestra piel y órganos. Se encuentra comúnmente en las paredes de los vasos sanguíneos, músculos y otros tejidos. Al tomar colágeno tipo III por vía oral, puede ayudar a las heridas, mejorar la elasticidad de la piel y mejorar la hidratación de la piel.
Un estudio publicado en el Journal of the Science of Food and Agriculture en 2016 demostró que la suplementación oral con colágeno tipo III aumentaba la producción de colágeno en la piel, lo que llevaba a mejoras en la elasticidad e hidratación de la piel. Además, un ensayo clínico publicado en el Journal of Dermatological Treatment en 2019 mostró que los participantes que consumieron un suplemento de colágeno tipo III tuvieron una recuperación de heridas más rápida en comparación con los que recibieron un placebo.
En conclusión, los suplementos de colágeno pueden aportar numerosos beneficios a nuestro organismo. Mientras que el colágeno tipo I mejora la salud de la piel y reduce los signos del envejecimiento, el colágeno tipo II favorece la salud de las articulaciones y alivia el dolor articular. El colágeno tipo III ayuda en la cicatrización de heridas y mejora la elasticidad e hidratación de la piel. Al tomar estos tipos de colágeno por vía oral, la evidencia científica sugiere que podemos experimentar estos beneficios de primera mano.
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